Yendo Más Allá De Las Voces En Tu Cabeza
Por Mahadeva Ishaya
Cuando aprendí a meditar con los Ishayas parecía que mi cabeza se volvía más ocupada. Parecía que, en lugar de calmar mi mente, notaba más y más pensamientos. Esto no era lo que esperaba cuando aprendí. ¿Lo estaba haciendo correctamente?
Afortunadamente, se me recordó que en la práctica de la Ascensión está bien si los pensamientos surgen en nuestra conciencia. Pero, ¿tantos? Aun así, utilicé las técnicas tal como me enseñaron y comencé a familiarizarme más con un nivel de conciencia inmutable, uno que no era afectado por los pensamientos.
"..los pensamientos parecían volverse menos cautivadores ... "
Este espacio se volvió tan habitual y atractivo para pasar el rato que los pensamientos parecían volverse menos cautivadores como para poner mi atención en ellos, incluso aquellos jugosos que antes habría masticado en mi mente (culpa, arrepentimiento, autocrítica, expectativa, deseos sobre el futuro, etc.) De alguna manera, casi mágicamente, llamaron menos mi atención y fueron reemplazados por una experiencia coloreada de satisfacción, paz y alegría.
Un Caso De Identidad Equivocada
Todos tenemos pensamientos. Algunos felices, otros tristes y, a veces, podemos verlos tal como son: cosas que van y vienen, separadas de "nosotros".
Pero hay pensamientos que están más cerca, con los que nos hemos identificado tan estrechamente que pensamos que somos nosotros. Creemos que estas “voces” son nuestras voces. Y puede haber muchísimos de ellos.
"Me impactó cuando empecé a meditar "
Me impactó cuando empecé a meditar, la cantidad de voces que tenía en mi cabeza, porque por primera vez pude verlas como algo separado de mi conciencia real.
Estaba el Crítico (siempre diciéndome que no era lo suficientemente bueno o que había cometido un error), la Animadora (¡Podemos hacerlo!), una voz insegura, voces que se parecían mucho a mis padres y otras figuras de autoridad de mi vida anterior. Estaba muy ocupada mi cabeza.
Lo que comencé a darme cuenta fue que el verdadero sufrimiento en mi vida no era el resultado de lo que estaba sucediendo, sino que estaba determinado por lo que las voces en mi cabeza pensaban sobre lo que estaba sucediendo.
Los eventos o situaciones eran (para mi sorpresa) de alguna manera “neutrales”, pero era mi comentario interno el que determinaba si estaba contento, triste o enojado (u otra emoción) por ello.
Yo era como una marioneta en una cuerda, moviéndome al capricho de mi diálogo interno determinaba sobre algo. ¿Pensamientos felices? Yo era una marioneta feliz. ¿Pensamientos tristes? Yo era una marioneta triste. ¿Pensamientos ansiosos? Yo era una marioneta ansiosa. Y así sucesivamente
Me pareció una revelación darme cuenta de esto. Fue una lección de humildad ver cómo estos pensamientos, estas voces que había asumido que eran yo, habían estado dirigiendo el espectáculo todo el tiempo.
¿Qué podría hacer?
Experimentando La Realidad: Paz Más Allá De Los Pensamientos
Afortunadamente, a través de la práctica de los Ishayas, comencé a ser consciente más allá del desfile cambiante de pensamientos y comentarios. Tener a mi conciencia descansando en una Paz inmutable e intocable. Ser consciente y ver los pensamientos y las voces como cosas a las que no necesitaba prestarles atención.
Al ser libres de las voces es cuando comenzamos a vivir verdaderamente el propósito de nuestra creación. Libres de la influencia de las voces que socavarían nuestro movimiento para descubrir y expresar plenamente la grandeza de lo que realmente somos
"No hay lucha que librar, ni dragones que matar."
Las voces no son reales, simplemente existen gracias al oxígeno de nuestra atención. No hay lucha que librar, ni dragones que matar. Permite que la Paz capture tu Conciencia. Permite que la Conciencia tome conciencia de sí misma, a través de la práctica simple y consistente de la Ascensión de los Ishayas, y la vida vivida de manera simple, plena y hermosa florecerá.
Por eso estamos aquí. Es la cosa más sencilla de experimentar. Sólo se necesita un poco de coraje para comenzar a alejarse de esas voces familiares y adentrarse en el corazón de una nueva experiencia. Una que al principio puede parecer extraña, pero que cada vez se vuelve más familiar. La experiencia del Hogar.