Regresando a Casa
Por Devima Ishaya
Cuando éramos niños percibíamos nuestro pequeño mundo, el cual, para muchos de nosotros, se traducía en papá, mamá y hermanos.
Durante este tiempo, aprendimos a definir conceptos. Es allí donde aprendimos lo que es un hogar: si fuimos afortunados, eso incluía cobijo, contención, seguridad, protección, cuidado, amor, armonía, atención, nutrición, sentido de pertenencia, fluidez, apoyo, libertad de ser y libertad para expresar nuestros sentimientos.
Mientras nos movíamos en nuestro pequeño mundo, nos expresábamos con autenticidad, brillantez, alegría, inocencia y espontaneidad, sin límites, llenos de energía y creatividad.
Luego nuestro pequeño mundo se fue expandiendo en: primos, tíos, abuelos, amigos, relaciones en la escuela, trabajo etc.
Como infantes traemos la memoria de nuestro hogar de origen, lo Divino, el Hogar auténtico, que es nuestro corazón.
Eso que experimentamos en nuestros primeros años, desde la pureza del Ser, se fue enlodando a medida que nuestro mundo y las creencias que tomamos se ampliaron.Nos fuimos alejando de nuestra verdadera esencia, creando una identidad falsa.
Cuando Nos Alejamos De Nuestra Experiencia Auténtica
Comenzamos a construir un mundo de emociones que no resolvimos en su momento, y lo dejamos guardado en el inconsciente para luego revivirlo en otro momento de nuestras vidas.
En mi experiencia, el regresar a casa, a mi dulce Hogar, al corazón del Ser Supremo, al inicio era muy oscuro, con miedo, con mucha confusión mental y emocional y mucha culpa.
Mi único recuerdo del Hogar era mi casa familiar, mis padres y hermanos, sin embargo cuando tomé mi vida, me alejé del hogar familiar con muchos juicios, desilusionada porque mis padres no me estaban modelando la memoria que yo tenía de Hogar, ya que ellos también tenían sus propias limitaciones y emocionalmente tenían carencias.
No tenían la capacidad espiritual para enseñarme el camino de descubrir la paz interior, porque no tenían un mapa que seguir.
El Camino A La Paz No Necesita Ser Difícil
Mi viaje de regreso al Hogar, a la experiencia de Paz Interior, me mostró cuánta culpa había guardado. Creía que había hecho algo mal y no merecería el amor incondicional, tenía una profunda sensación de castigo inminente. Esa creencia instalada en mi inconsciente lo hizo un poco duro al inicio.
Inicié mi viaje con terapias de sanación de heridas de la infancia y cambiando al pensamiento positivo a través de la metafísica.
Sin embargo, el camino estaba siendo muy pesado, largo y tedioso, teniendo que retornar al hogar recordando las heridas profundas de la infancia ¿quién estaría animado para continuar el viaje echándole sal a las heridas?...
Estaba decidida a retornar a casa desde la gentileza, suavidad, amabilidad y sobre todo desde el gozo. Ante este deseo se presentó el camino de retorno a casa con mucha más claridad y consciencia. Mientras la conciencia se iba expandiendo, esas porciones de la personalidad reprimidas se iban disolviendo, no por tratar de dejar ir, sino por enfocarme en expandir el Gozo interno.
Escucha A Tu Guía Interna
De pronto, ahí estaba de nuevo esa voz clara y contundente del espíritu, impulsándome a buscar el camino certero para mi proceso evolutivo.
Encontré el camino de regreso a casa desde la suavidad, gentileza, gozo, contundencia y certeza. Encontré la Ascensión de los Ishayas, una práctica de meditación simple, perfecta para personas como yo, que desconfiaba de mi Universo.
Había encontrado el camino de retorno perfecto para mi. Se sintió como un descanso total para mi alma. Porque ya no tenía que arreglar o modificar patrones, sólo tenía que permitir que mi atención se mueva más allá de la tormenta de pensamientos en mi mente. Al hacerlo, mi sistema nervioso se estaba sanando y el estado natural de mi Ser se estaba revelando.
Finalmente, mi mente se calló, y el Silencio profundo del Universo se manifestó cada día con más claridad.
El camino de retorno a mi verdadero Hogar impactó todas las áreas de mi vida. Hoy me siento más viva, más plena y feliz. Encontré el verdadero propósito de mi vida, que es ser Feliz.
Hoy solo realizo actividades que traen Felicidad y Paz a mi vida, viviendo desde la libertad del Ser, dónde todo es posible. Por añadidura, hizo un impacto en mis relaciones, teniendo relaciones de verdadero amor incondicional.
Hoy, verdaderamente puedo decir que el camino de retorno, o de regreso a casa, al corazón, es fácil, relajado y con mucho disfrute.
Este camino Ishaya de The Bright Path me recuerda que siempre he sido inocente y que todas las experiencias han sido necesarias para trascender los límites en los que creía. Ahora puedo vivir desde el ser consciente que soy.