Encontrando propósito en la vida
Toda mi vida, supe que estaba aquí para hacer algo grande. Algo que requeriría de todos mis recursos internos y externos para hacerlo realidad. Me siento muy bendecido porque esta introspección ha estado conmigo y jamás me ha dejado. Aún cuando a veces su vivacidad pudiera haber disminuído, y su chispa difuminado, esa voz del silencio ha estado por siempre aferrada en mi consciencia.
Es cierto que muchas veces cuando era niño, y en los primeros años de mi vida, me sentía profundamente inestable, con frecuencia confundido, tanto, que la depresión y la apatía se convirtieron en algo muy familiar para mí. El problema era que, este sentido de propósito, aunque nunca me dejó, se encontraba oscurecido por la locura en mi entorno y en el mundo. Nunca hablábamos de este conocimiento interno con la gente, nunca era reconocido, nunca alimentado, nunca apoyado, no en mi vida en casa, ni en mi educación.
Esta sensación de tener un propósito en la vida se convirtió, al paso del tiempo, en una especie de sentimiento en el fondo. Sin embargo, como dije, esta flama nunca desapareció realmente. Debido a esto, dentro de mi se creó una tremenda división entre el deseo de pasión, realización y propósito, y el sufrimiento de no saber cómo encontrarlo. Había un gran conflicto interno porque yo sabía que tenía el potencial, yo sabía que había una gran visión dentro de mí, aunque todavía no tenía el mapa, ni la compañía, ni la manera de realizar dicha visión.
Al paso del tiempo, perdí dirección y pasión por la mayoría de las cosas. Yo no era feliz simplemente estableciéndome en una vida de mediocridad, pero no sentía que hubiera otra elección. Me sentía vacío por dentro. Tenía una sonrisa pintada en mi cara, podía ver como si todo estuviera muy bien, pero en el fondo estaba vacío. Cuando la dirección dejó mi vida, yo estaba solamente a un paso de que su significado se fuera también. Cuando esos componentes se van, entonces el propósito se distorsiona muy fácilmente, incluso puede llegar a perderse.
Una camino fuera del sufrimiento
Recuerdo que, mucho tiempo atrás, en mis veintes, cuando me estaba sintiendo increíblemente deprimido, comencé a embarcarme en una búsqueda más consciente del significado y del propósito en la vida. Pienso, mirando atrás, que siempre había estado buscando, pero en ese punto de mi vida, se convirtió en algo más deliberado. Me volví consciente de que estaba buscando algo, y al mismo tiempo, comencé a reconocer que el mundo no tenía la llave o el secreto para llegar a este descubrimiento fundamental. La búsqueda del propósito de la vida se convirtió en algo interno, una búsqueda de introspección, análisis y auto descubrimiento.
Este parte-aguas fue un indicador en mi vida, fue la disyuntiva de una elección lúcida, y para ser honesto, fue una elección relativamente fácil de hacer ya que mi vida en ese punto era mayormente infeliz, ¿que podía perder?
Hay veces en la vida en las cuales nos encontramos con disyuntivas críticas, una encrucijada en donde se nos presentan alternativas y diferentes caminos para seguir. Necesitamos estar o ser lo suficientemente conscientes para notar estos momentos porque, si los vemos, significa que algo se está revelando a sí mismo en tu conciencia. Algo se está volviendo lúcido, y esto necesita ser reconocido como significativo e importante. Significa que las viejas formas deben terminar, y que una nueva forma necesita ser descubierta.
Encuentra tu propósito
Es fácil ver el caos y la desarmonía en el mundo. No creo que exista algún país que no esté pasando, en algún grado, a través de una crisis. Hay dos formas en que podemos ver esto: Una es que podemos perdernos a nosotros mismos en la locura. La segunda es que podemos usarla como un catalizador para el auto-descubrimiento, para un cambio fundamental en nuestra psique y en nuestro ser.
La ironía es que, como especie, estamos en este desorden porque colectivamente no hemos invertido casi nada de recursos físicos, mentales, emocionales, o espirituales para encontrar nuestro sentido de propósito. No parece ser de ayuda el hecho de que las elecciones que llevan a la búsqueda para encontrar el propósito de tu vida, tu visión, tu significado único y tu contribución a la vida no sean vistas como valiosas.
Nos hemos dormido ante nuestro gran potencial, y como resultado, estamos aparentemente a merced de fuerzas externas e internas. Estamos movidos por el vaivén del viento e influenciados por las muchas presiones y voces externas. Hemos perdido la firma de nuestra alma y hemos perdido nuestra creatividad y poder.
¿Sabías que el sentimiento de propósito en la vida es tan esencial como el agua para poder vivir una vida de realización?
“Tu propósito en la vida es encontrar tu propósito y dar todo tu corazón y tu alma a ello” Buddha
- Buddha
Si tenemos suerte, tal vez podremos reconocer que el propósito no se encuentra fuera de nosotros mismos, aunque afuera es en donde se manifiesta. No. El propósito en la vida es, siempre, siempre, un descubrimiento interno desde nuestra naturaleza fundamental, un lugar donde nos conectamos con lo que somos y con quien somos.
Esta conexión con nuestro verdadero ser es tan vital y puede ser inicialmente mejor entendida, al menos, a través de reconocer nuestra desconexión con nuestro verdadero ser. Si el descubrimiento de nuestro mayor bien existe dentro de nosotros, entonces el problema o bloqueo de nuestro bien mayor debe también yacer dentro de nosotros.
El mundo es un desorden porque estamos desconectados de nosotros mismos. Con frecuencia no lo vemos así porque hemos proyectado nuestra insatisfacción en el mundo exterior, pero el mundo es siempre un subproducto de la mente, ya sea la mente individual o la mente colectiva.
Si queremos cambiar al mundo, necesitamos cambiar nuestra mente. No estoy diciendo que no necesitemos tomar cualquier otra acción para cambiar algo en el mundo, tampoco estoy diciendo que les quitemos vida a nuestros puntos de vista y opiniones. Estos tienen un lugar, pero conforme creamos que la fuente de los problemas del mundo está allá afuera, entonces estamos perdiendo la señal. Yo sabía que eso era verdad; sin embargo, no sabía qué hacer al respecto.
Encuentra tu propósito
La conexión con nuestro centro y nuestro propósito es idéntica, de hecho, son dos caras de la misma moneda del crecimiento. Crecen simultáneamente, orgánicamente, conforme nos embarcamos hacia la última frontera del potencial humano. Como dije antes, la razón de tanto caos y desarmonía, ya sea colectiva o individual, es porque no sabemos cómo navegar hacia esta última aventura. Esta frontera humana hacia nuestro más alto potencial no es enseñada, ni siquiera discutida, y como resultado, mucha gente se siente perdida.
Sin embargo, hay un método en la locura. Para muchos, puede ser necesaria una gran convulsión para encontrar el punto de inflexión y decir “suficiente, ya es suficiente”, y este es el momento por el que todos hemos estado esperando. Este momento es el momento en el que comenzamos a reclamar la soberanía sobre nuestro ser y nuestro propósito de vida. Este reconocimiento es un momento sagrado, y si tú has llegado a ese punto, entonces eres bendecido.
No estoy diciendo que este reconocimiento necesite ser complicado o retador; no tiene que ser de esa manera, sino lo que estoy diciendo es que necesitamos reconocerlo, ya que puede ayudarte a encontrar tu razón de ser. Necesitamos comprender que tenemos una elección interna para seguir un camino diferente.
Lo que yo he descubierto, y aún continúo encontrando, es que el universo interno de nuestra psique es mucho, mucho más significativo que lo externo. Hay un significado real que yace muy en el centro de nuestra mente, tanta belleza, poder, gozo, amor. Tiene inteligencia, tiene significado universal y propósito, y es sagrado.
Meditación para encontrar tu propósito
Todos tienen esta parte dentro de sí mismos, y si vamos a terminar con el caos, ya sea interno o externo, necesitamos dar el primer paso dejando de mirar afuera de nosotros mismos por respuestas y dirigiendo nuestra atención hacia adentro para reconectarnos con este espacio. Esta conciencia subjetiva e ilimitada da dirección a nuestras vidas y una estabilidad sólida como una roca en la quietud y el amor de nuestro ser. Es el único lugar real que el caos no puede tocar.
La quietud nunca se ve afectada por la locura del mundo; yace por siempre libre de sus preceptos. Encontrar ese lugar quieto en el interior nos conecta con la estabilidad y permite que nuestro propósito único de vida fluya y se exprese a sí mismo.
Esta conexión no es hacia algún dios externo o deidad; es una conexión con una Realidad fundamental del Ser. Si queremos cambiar al mundo, necesitamos mirar a nuestro Ser y reconectar con este estado de ser. Es la parte de nosotros donde encontramos propósito, es la parte de nosotros donde encontramos pasión y es la parte de nosotros donde encontramos amor.
Otros podrían estar en desacuerdo
Mucha gente ve la idea de la meditación como algo egoísta, algo que nos pone en una burbuja para evitar las cosas en nuestras vidas que nos causan sufrimiento. Nada puede estar más lejos de la verdad. La meditación, si es enseñada correctamente, te saca de la burbuja y te trae a una experiencia donde, más que evitar las cosas que causan sufrimiento, te ayuda a trascenderlas. Todas las metas de la meditación y toda meta del trabajo espiritual es descubrir que hay más propósito en la vida de lo que soñamos que sería posible, y experimentar directamente lo que es “más”.
En mi experiencia, todos nacemos con un don y un propósito que es altamente creativo, poderoso y positivo. Es un plan para el bien mayor que todos y cada uno de nosotros tenemos. Ese propósito va mucho más allá que cualquier trabajo o cualquier carrera que yo pudiera crear en mi vida, aún cuando el trabajo de uno podría ser una expresión de ello.
Para cumplir ese propósito, hay que darle la mano a nuestro poder y nuestra pasión, necesitamos conocerlo, encontrarnos con él, en el único lugar donde radica, en la quietud de nuestro corazón, y entonces actuar de acuerdo con su intención. Sólo entonces seremos capaces de vivir nuestro potencial más elevado.