El Regalo Más Grande
Hace 3 meses pasé por el momento más difícil de mi vida, la muerte de mi Arian, el más chico de mis hermanos.
Estar ahí, a sus pies esperando solo que su cuerpo se apagara, fue algo sumamente complejo. Sin nada que poder hacer por su vida, es algo inexplicable, es algo que no se puede describir con palabras.
Recuerdo que le pregunté al enfermero de terapia intensiva, ¿qué debo hacer? Y su respuesta fue: ”no lo sé”.
Tal vez ni siquiera sabía a qué me refería al hacerle esa pregunta y bueno tal vez yo tampoco lo sabía. Pero en ese momento lo único que vino a mi mente fue que la forma para acompañar a mi amado Arian era ascendiendo.
Di Lo Mejor En Ese Momento
No sabía con qué más o cómo podía ayudarle.
Quería que todo a su alrededor y él mismo estuvieran en paz, en tranquilidad, pero sobre todo en amor, en Amor Infinito. Y que así trascendiera esta vida terrenal.
Solo pude estar con él de esa forma los últimos minutos de su vida.
Hoy no sé si fue la mejor manera de estar ahí con mi Ari, pero fue lo único que vino a mi estado de alerta, presente y decidí hacerlo. Fue lo único.
Una Partida Pacífica
Su muerte fue tranquila, (algo extraño) porque no hubo llantos desgarradores, ni drama a pesar de lo repentino del suceso y él lucía con una carita en total paz.
El velorio se parecía a una fiesta y una celebración de vida. Estuvo lleno de muchas muestras de amor, de amistad, de gratitud, de solidaridad y música.
La Ascensión Nos Da Lo Que Necesitamos
Hoy a tres meses de su muerte a veces lloro y lo extraño. Sí, lo extraño muchísimo.
Ari fue como un hijo para mi.
Yo decidí no tener hijos y él de alguna forma ocupó ese espacio como un hermano-hijo.
Fuimos grandes compañeros de vida. Aprendimos mucho el uno del otro. Fue y es mi gran maestro.
Compartimos muchas cosas y una de ellas fue conocer la Ascensión.
Él me decía que le daba mucha paz y tranquilidad y que también le permitía dormir bien. Y sí, ya que ascender nos da lo que necesitamos.
Aprendí a amarlo sin condiciones y por eso tal vez estuve a su lado al final porque pude soltarlo para que se fuera a su siguiente nivel sin apego y sin sufrimiento.
Hoy ha sido un día de muchas emociones y lo único que me da paz y tranquilidad es poder estar aquí presente, que es lo que me brinda pensar en mis técnicas.
Compromiso Con Mi Práctica Y Una Perspectiva Diferente
Ha sido así en estos últimos meses. Casi es imposible voltear al pasado, pues puede ser muy doloroso.
Ascensión bendita Ascensión. Gracias por estar aquí a la mano y en mi vida.
No solo ahora, sino desde que aprendí y me comprometí a hacer de mi práctica de esta meditación una forma de vivir.
Es hermoso y me llena de gratitud que las circunstancias de la vida, cualquiera que estas sean, se puedan percibir o ver desde otra perspectiva. Y sé que mucho de ello se lo debo a la Ascensión de los Ishayas.
Y por ello me gusta mucho compartir esta maravillosa enseñanza, pues me encanta ver que quien se abre a recibirla en su corazón, desde el primer día percibe la magia y el poder increíble de las técnicas.
Mi nombre es Parjanya Ishaya y sin dudar te puedo decir que conocer la Ascensión es el mayor regalo que me he brindado en la vida. El mejor regalo.