¿Qué Es Lo Que Pierdes Cuando Practicas La Ascensión De Los Ishayas?
Al hacerme esta pregunta, podría pensar en muchas cosas que he perdido en el camino. Diría que la lista de cosas que estoy perdiendo mientras asciendo sigue creciendo y crecerá para siempre.
Así que, la respuesta más veraz sería concisa, directa y sencilla: “Todo”. Esto puede sonar como algo que nadie desearía, pero a medida que sigas leyendo, verás que en realidad es algo excelente y deseable. Déjame explicarte…
El Apego Es La Raíz Del Sufrimiento
En mi experiencia, la mayoría (si no todos) nuestros problemas, preocupaciones y limitaciones provienen de estar apegados a algo que creemos falsamente que es nuestro. Algo que podría perderse, dañarse, cuestionarse o destruirse.
Antes de aprender a Ascender, estaba en un estado constante subyacente de miedo. Miedo a perder mi seguridad financiera, miedo a lo que los demás pensaran de mí, miedo a tomar decisiones equivocadas, etc. La lista parecía interminable.
En ese momento, todo lo que existía para mí era el mundo que me habían enseñado que era la realidad. El mundo de las cosas que puedes tocar, ver, medir y explicar. El mundo que está respaldado por la ciencia y entendido por la mente como realidad.
Y no hay nada de malo en esto, sin embargo, en mi experiencia, siempre faltaba algo. Algo que la ciencia no puede medir, algo que no puedes tocar ni ver, un reino de experiencia al que sólo se puede acceder a través de la rendición. En última instancia, la rendición de todo.
Hoy en día, el humano promedio sólo es consciente de lo que es objetivo. El mundo de las formas en el que vivimos; personas, emociones, pensamientos, todo lo que va y viene. Por lo general, nuestro sentido de la realidad está definido y limitado por el mundo objetivo que cambia constantemente por naturaleza, y nuestro apego a él.
La Sabiduría Antigua Apunta A La Solución
Siempre he sido fan de Jesucristo, quien dijo: “¡sé pobre ante Dios!”. A través de mi experiencia en el uso de las técnicas de la Ascensión, comencé a comprender lo que quería decir y por qué esto es tan importante.
Hay otra cita célebre suya, que compara la puerta de entrada al Reino de Dios con el ojo de una aguja y afirma que no te puedes llevar nada contigo. Me encanta eso.
Mi interpretación de lo que dijo Jesús es que la única forma de entrar en el Reino de los Cielos es dejarlo todo. Ni siquiera puedes traer una creencia contigo, ni un pensamiento. ¿Qué sucede si dejas ir todo lo que es objetivo para ti? ¡Inténtalo! Puedes hacerlo; todo el mundo puede hacerlo.
Tú Eres Lo Que Es Consciente.
En mi experiencia, esto deja muy claro cuál es el tema. Lo que en realidad eres, es lo que es consciente. Cuando eres consciente de algo, claramente no puedes ser aquello de lo que eres consciente, ¿verdad?
Así que este mundo físico, que incluye tu propio cuerpo, circunstancias, emociones, sentimientos e incluso pensamientos, todo lo que puedes percibir en realidad, no tiene nada que ver contigo y no necesita definirte.
Esto es lo que ha sido consistente con mi práctica de Ascensión. Siempre me hace perder mi apego a lo que cambia y mi insistencia en que eso sea realidad. Continuamente me devuelve a un claro reconocimiento de mi verdadero yo, que no es un objeto en este mundo. Me hace perder el estar enredado con lo que es objetivo, sobre todo la mente, y me empodera para descansar como eso que no está enredado.
La Ascensión también me ayuda a dejar caer mi falso sentido del yo, mi falso sentido de la realidad y lo que siempre queda es la verdad eterna, ilimitada y absoluta del yo ya libre que deambula en silencio más allá de todo.
Viviendo La Vida Con Las Manos Bien Abiertas
Así que diría que lo pierdo todo a través de mi práctica de la Ascensión. Y eso es bueno, porque ya es una verdad universal que, en última instancia, nada me pertenece.
Aferrarme a cualquier aspecto de esta creación como si fuera mío, me hace sufrir. Porque aferrarse a algo, incluso tan pequeño y sutil como un pensamiento, encubre la experiencia de ser ilimitado y da la impresión de que falta algo en uno mismo.
Aferrarse a ese algo (incluso si es sólo conocimiento sobre algo) suma y lo hace parecer más completo. Pero en la rendición total de todo, encontrarás que nunca ha faltado nada.
Quien eres en verdad es infinito, y más que completo, porque es Uno. Esto es lo que la Ascensión hace por mí. Pierdo los muchos y redescubro el Uno.
